Mayo 13, 2024

El Bolero Filin

bolero filin

La canción popular cubana ha tenido como común denominador la tendencia a reunir grupos de creadores del tipo estético musical-literario.

En casa de amigos, cafés o peñas eran los lugares elegidos para inspirarse. Caso fue el de los creadores del “Bolero Filin”.

Movimiento que por razones de la época expresaban inquietudes comunes. Todo este movimiento partió desde La Habana por los años sesenta y el instrumento que sirvió e identificó a la trova cubana filinera fue la guitarra, que les permitía expresarse con plenitud y alcanzar los objetivos artísticos que tenían.

En ese tiempo sobresalieron excelentes guitarristas como, Froilan Amézaga, que fue acompañante de Elena Burke durante un tiempo.

El surgimiento del movimiento filin o bolero filin comienza, en la segunda mitad de la década de los años cuarenta, para “decir” sus canciones. El punto de reunión era la casa del trovador Tirso Díaz, en el Callejón de Hammel, corazón de La Habana.

Entre los iniciadores de este movimiento están: José Antonio Méndez, César Portillo de la Luz, Ñico Rojas, Jorge Zamora, entre otros. En cantantes femeninas, se lucían las voces expresivas de: Elena Burke, Moraima Secada, Omara Portuondo y el pianista Frank Emilio Flyn, y por último forma parte de este movimiento Ángel Días, hijo de Tirso el dueño de la casa del Callejón Hammel.

Más tarde con el desarrollo y consolidación del filin, otros intérpretes y compositores lo continuaron y aportaron nuevas obras y estilos que dejaron una ruta iluminada en la evolución de esta modalidad. Caso el de : Tania Castellanos, el pianista Fran Domínguez, Marta Valdés, Ernesto Duarte Pablo Milanés entre otros.

Lo cierto es que el Bolero Filin busca el buen decir, y que la canción se haga amor a partir del sentimiento con una guitarra.